En la Plaza de Santa Ana los seguidores del Athletic Club cantaban y celebraban al mediodía, Se juntaban con los escasos aficionados del Barça que se encontraban. Imperaba el buen rollo.
Me han comentado que se han desplazado casi 40 mil bilbaínos a Madrid, pero solo 18 mil disponen de entradas. De Barcelona parece que solo han venido quienes tienen acceso asegurado al Vicente Calderón. A lo que hay que añadir a los ciudadanos de la capital que manifiestan sus simpatías por unos u otros.
A media tarde en la Plaza Mayor un grupo de culés insultaban con sus canticos al Real Madrid, a Mourinho y a Esperanza Aguirre (presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid y elegida por mayoría absoluta). Fueron los únicos aficionados mal educados que he encontrado a lo largo del día de la final. ¿La excepción que confirma la regla? Destacar que los del Athletic presentes no secundaron la ofensas.